miércoles, 14 de agosto de 2013

El docente como Sujeto de cambio

Reconozco el empeño que pone el gobierno en la educación. Algunas personas me dirán que eso es falso. A ello puedo decir que el gobierno en los últimos años ha tomado una serie de medidas para combatir el pobre desempeño que tenemos a nivel mundial. Una de las medidas, para mí, obvias fue la promulgación de la nueva Ley del profesorado (dos leyes para un solo magisterio era inconcibible). Sé que todavía no se comprende la dimensión de esta medida. No solo se trata de la integración del magisterio. La ley va mas allá.
"Debemos ser consecuentes con nosotros mismos"
Para comprender esto debo hacer un preámbulo contextual que nos ubique. Hace algunas décadas, se permitió el ingreso al magisterio a personas que no cumplían con las expectativas mínimas para ejercer nuestra profesión. Claro, las circunstancias eran otras en aquella época. El terrorismo, la corrupción, la mínima oferta de docentes y el famoso tarjetazo hicieron que un agente decisivo en el desarrollo de los pueblo como es la educación se transforme en un mercado persa al que se podía acceder con solo saber leer y escribir. El estado no tenía los medios, no solo administrativos ademas morales, para detener esta varágine de oportunismos mal habidos. La forma en que estas personas se nombraron tampoco fue la ideal. Algunas plazas las heredaban, otras eran automaticas. En fin.
"Nuestros alumnos serán nuestro referente como docentes buenos o malos."
Otro probemas fue el de los directivos que, como único requisito que tenían para acceder al cargo, era el de ser los mas antiguos de la institución. Hoy, los docentes que se rigieron bajo la ley del profesado, siguen creyendo que eso es correcto.
Los docentes de esta nueva generación que se ven obligados a optar por esta nueva ley deben comprender que los trabajos hay que ganárselos.
La nueva ley no solo busca unificar el cuerpo magisterial, también pone como requisito obligatorio que el docente se prepare que estudie y busque enaltecer no solo su carrera ademas de esto que eleve su categoria social. Hoy, No se puede hablar de un docente que, porque es amigo del director sabe que se quedará en una institución, así no haya hecho nada positivo.
Algún día comprenderemos la real dimensión de esta nueva ley magisterial.
Algunos docentes todavía piensan que esto puede revertirse, pero eso no es posible puesto que la tendencia mundial es hacia la meritocracia.
Algunos docentes entenderán que perdimos una gran oportunidad de mantener el nombramiento eterno, por tanto debemos asumir las consecuencias de nuestros actos. Una generación se encargó de tirar al suelo el prestigio que todo docente debe tener en su sociedad. Hoy nos queda esforzarnos por recuperar el sitial que nos merecemos en el imaginario colectivo.
Todos sumamos... nadie se queda atrás."

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